Pero hoy no vamos a ir a ese otro extremo del vasto mundo, vamos a quedarnos en casa, entre el pueblo de Dios, sí, en medio de mi familia y la tuya.
Podríamos suponer que los cristianos deberían tener un gran amor por la Biblia y gran pasión por escuchar la voz de Dios, pero… las modas también han invadido el quehacer del creyente y ahora hay que multiplicarse las horas del día para trabajar, ver Neflix, ver y contestar en redes sociales, sacar cuentas, arreglar problemas, etc, y al final… la Biblia se nos está empolvando.
La Palabra de Dios dice en Mateo 24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. La Biblia no fue una moda hace dos mil años, es una moda siempre y el que no la lee pierde la perspectiva de su realidad. ¡Qué duro! Oseas 4:6 dice: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Eso fue escrito hace más de 2000 años y sigue de moda el día de hoy.
La solución a nuestros males está en la Palabra de Dios y empieza por nacer de nuevo a través de la Palabra. En 1 Pedro 2:2 dice: Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.
El proceso de crecimiento continuará, pero es claro que nunca podemos alejarnos de este manjar para nuestras vidas. Santiago 1:21 dice: Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Está hablando de la Metanoia que todos necesitamos, esa renovación en nuestra mente que sólo se produce a través de la Palabra.
Podría mencionar 100 citas más, pero ello sólo ampliaría nuestra deuda, mejor vayamos a poner en práctica lo que ya vimos. Así que no hay excusas y no es de sabios alejarse de la Palabra de Dios.
Bendiciones.
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